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25 septiembre 2006

TELECOMUNICACIONES

La Ley de convergencia de las telecomunicaciones de México generará cambios drásticos, según las empresas.

El Gobierno mexicano impulsa una ley de convergencia en telecomunicaciones duramente criticada por varias compañías y que posiblemente traerá consigo cambios drásticos en el sector, fusión de empresas, alianzas estratégicas y el debut del gigante Teléfonos de México (Telmex) en el mercado de la televisión.

(Fuente: AGENCIA EFE)
El llamado Acuerdo de Convergencia en Telecomunicaciones busca que las empresas de televisión por cable (cableras) puedan ofrecer telefonía fija en sus redes y viceversa, a través de redes alámbricas e inalámbricas, pero no considera los servicios de telefonía celular ni de televisión vía satélite.
El proyecto de ley, formulado por la Secretaría de Comunicaciones de México (SCT), se encuentra en la actualidad en manos de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), un organismo que depende de la Secretaría de Economía y cuya misión es garantizar la transparencia de las nuevas regulaciones.
Para la especialista en telecomunicaciones del banco Scotiabank Inverlat, Ana Gabriela Ocejo, este acuerdo podría tener implicaciones importantes para Telmex, el gigante de medios Televisa y otras empresas como Cablevisión. Ocejo dijo a Efe que la versión preliminar del proyecto de ley es dispar en el trato que da a las televisiones por cable en perjuicio de Telmex.
Al respecto explica que el acuerdo preliminar de convergencia establece que las empresas de telefonía como Telmex tendrán que esperar dos años para ingresar al negocio de televisión restringida en las regiones en donde las empresas de cable no tengan red bidireccional. "Finalmente Telmex dependerá de la condición actual que tengan las redes de las cableras y de su disposición para cambiarlas", señaló, por lo que considera "curioso" que el gigante de la telefonía pueda ingresar al negocio de televisión sólo si sus futuros competidores "cumplen las condiciones". Sin embargo considera "razonable" darle cierta ventaja a las empresas pequeñas de cable por el tamaño de mercado de Telmex.
La ley ha recibido críticas de todos los sectores implicados y de algunas dependencias gubernamentales y públicas.
Las cableras, a través de la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec), han manifestado en reiteradas ocasiones su "abierto rechazo" al Acuerdo porque consideran que lo único que persigue es eliminar una prohibición que pesa sobre Telmex desde 1990 para prestar el servicio de televisión.
Asimismo, empresas de telefonía fija como Telmex, Alestra, Avantel y Axtel se opusieron al proyecto porque suponen, por el contrario, que favorece a las compañías de televisión ya que no las obliga "a la apertura de contenidos y de programación" y les impone condiciones menos rigurosas.
Por su parte, la Secretaría de Hacienda (SHCP) juzga que Telmex debe hacer un pago adicional al Gobierno para modificar su contrato de concesión para ampliar sus servicios a televisión.
Según una analista de Scotiabank los desacuerdos y el hecho de que en la ley haya "muchos puntos que no están claramente resueltos", como la llamada "portabilidad numérica" (que se pueda conservar el número telefónico al cambiar de empresa) y la interoperabilidad e interconexión de las redes, auguran que el Acuerdo tardará varios meses en aprobarse.
La analista estima que una vez entre en vigor "el mercado de cableros se empezará a consolidar, y las grandes empresas como Cablevisión, Cable Más y Mega Cable se comerán a las pequeñas" para defender su mercado y serán las únicas que tendrán la capacidad de ingresar al mercado de telefonía. Sin embargo señaló que a pesar de la entrada de nuevos competidores, no habrá "un cambio drástico en las participaciones de mercado, ni en las empresas de telefonía ni en los operadores de cable, por lo menos en el corto plazo". Además opina que será muy difícil que estas compañías puedan competir contra Telmex y ofrecer tarifas mucho más atractivas, porque dicha empresa lleva siete años sin aumentar en términos reales sus precios.
La telefonía es un negocio "de grandes volúmenes, y el reto es arrancar con un gran volumen de operación antes de que los castigue el costo fijo", indicó Ocejo, quien cree que la entrada de nuevos competidores repercutirá en una pérdida "marginal" de clientes para Telmex que tiene una participación de mercado del 90 por ciento.
Por el contrario pronostica que la participación de Telmex en el negocio de televisión de paga puede ser de relevancia dada su elevada liquidez, aunque descarta que la empresa se dedique a producir ella misma contenidos de televisión.

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